lunes, 5 de marzo de 2012

Cosas de la vida...

La última semana ha sido fatal. Demasiado ocupado, sólo algo positivo con un par de tomas del nuevo documental que estoy rodando y la fiesta en la que aparecí el sábado, donde encontré a muchos españoles, incluidos, una getxotarra y a un navarro auténticos. Me  lo pasé muy bien, que lástima no poder continuar hasta tarde porque al día siguiente tenía que trabajar temprano... El viernes anterior, en un pub perdido de Aston, al que fui después de jugar el partido de fútbol semanal, me encontré a otros cuatro estudiantes vizcaínos... de Erasmus, es curioso porque, un día antes, dije que hacía muchísimo tiempo que no encontraba a nadie de mi tierra por aquí.
Pero lo más anecdótico de la semana fue que el miércoles pasado un conocido me escribió un mail pidiéndome que grabara a su grupo de música en un garito bastante lejos de mi casa. Con lo que ello conlleva: conseguir cámara y trípode de la universidad, desplazarme en autobús (serían dos buses) a la noche con ambos bultos que pesan lo suyo, llegar al sitio, grabar dentro, lleno de gente (y muchos borrachos), acabar y marcharme a toda prisa para coger el último bus. Esto es lo que el amigo esperaba que hiciera y, de hecho, estaba dispuesto a hacerlo, pero cuando me dijo que me ponía en la lista de invitados al evento por lo que "sólo tendría que pagar cinco libras por entrar", me quedé alucinado... ¿como se puede tener tanta cara?
No quiero dar nombres para no comprometer.
La historia continuó conmigo diciéndole que o entraba gratis o no iba, y no sólo yo, mi amigo Miguel y una amiga suya también tendrían que entrar, así sacarían fotos y me ayudaban con todo el tema. La respuesta del amigo fue que fueramos tres o cuatro horas antes para poder entrar gratis. Ya a partir de ahí se acabó la historia. Una grabación así le costaría un mínimo de 200 libras, el tío la quería gratis y que yo me pagara la entrada... ¡que grande!
El año pasado estudié un máster en Producción en TV y Contenidos Interactivos y este año me lo he planteado como de aprendizaje. Estoy dispuesto a hacer trabajos gratis hasta verano, es más, estoy aprendiendo el oficio y no puedo prometer que vaya a salir bien, así que tampoco puedo ponerme un precio. Después de verano se acabará y sólo trabajaré gratis para mí. Ahora también lo estoy haciendo con este documental, por ejemplo, porque realmente tengo pasión y me gusta. De estas pasiones siempre hay gente que se aprovecha y hay detalles los que me hacen estar un poco cansado: El tipo nunca me dijo algo así como "no te puedo pagar", ya daba por hecho que yo no cobraba porque hace poco hice un video gratis a unos amigos suyos que, no como él, son mis amigos. Tampoco me dijo que me llevaba hasta el lugar del concierto, tampoco se le ocurrió decirme que si me cobraban la entrada la pagaba él, tampoco que me invitaba a unas cervezas y tampoco que quería que hiciera exactamente, que fue lo primero que le pregunté y nunca me supo responder. La banda está muy bien y me gusta mucho pero, de esta forma, no merece mis servicios ni los de nadie si esta persona sigue con este tipo de actitudes o con tal precariedad de detalles... digo yo. Y luego encima , bobo de mí, me sentía mal, como si hubiera hecho algo malo, lo hablé con un par de amigos y todos me dijeron que le mandara a la mierda. Fui algo más tímido o educado y no lo hice así pero, por supuesto, no fui a grabar el concierto, ni tampoco a verlo.
Ese día, como he comentado, me metí en una fiesta de españoles y resultó muy agradable, la disfruté mucho, hablé de todo: fútbol, política, acentos, trabajos, situación de España... Es curioso cuando te juntas con españoles de todas partes lo diferentes que son según la zona (y no hablo de nacionalismos), pero siempre hay algo en común, me gusta conocer a este tipo de gente y lo echo de menos.
Esa noche acabó un poco rara, ya que cuando me fui, al ir a coger el autobús hacia casa, encontré un "Day Saver" o pase del día de autobús. Yo tengo carnet de bus así que no pago y decidí donarlo. Se lo dí a un tipo que lo cogió como por compromiso y asustado y se lo metió en el bolsillo. No dijo ni gracias ni nada y cuando entró al vehículo soltó unas monedas y pagó por su billete... el hombre no estaba borracho ni nada, simplemente pensó que yo era estupido o algo así, o que estaba borracho, o que un tipo de fuera no puede regalar nada a uno de casa, yo que sé, el caso es que me sentó fatal... La gente no está acostumbrada a recibir cosas de otros y cuando les pasa piensan que es una broma o que les están tomando el pelo.
Después ayer a currar, un día soltaré todas las pestes que tengo en la cabeza sobre el curro en el restaurante... lo odio!
Estoy con un poco de acritud creo yo... habrá que suavizarla.

2 comentarios:

  1. Chiquillo!!!!!!!! no trabajes gratis que eso no es bueno para la salud... ;-)
    En cuanto a lo otro, veo que necesitas retornar al terruño ya, así que, a qué esperas????
    Coro.

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  2. Hola Iban
    Me gusta mucho leer tu blog, porque,como vivo tambien aquí, cuentas cosas que a mí tambien me han pasado y no me explicaba por qué...
    En concreto, a mí también me pasó lo de la travel card... un día volvía de Londres a las 4pm y había comprado el ticket del metro que te sirve para todo el día y pensé...jo se lo voy a dar a alguien y que lo aproveche (son 6 libras y pico... y era tan pronto...), así que se lo ofreci a un hombre que estaba esperando en la cola para comprarlo y me dijo que no, que el compraba su billete. A partir de ahí, nunca he vuelto a ofrecer nada, porque nunca entendí por qué no lo quiso (no solo no lo quiso, sino que me hizo sentir atrevida por habérselo intentado dar....)
    Muchas gracias por tu blog!!!

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